Este 22 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Música coincidiendo con la festividad de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
En el año 1594 Santa Cecilia fue nombrada patrona de la música por el Papa Gregorio XIII y, a través de los siglos, su figura ha permanecido venerada por la humanidad con ese padrinazgo. El 22 de noviembre, es la fecha de su nacimiento y ha sido adoptada en muchos países como el Día de la Música. El padrinazgo de la música le fue otorgado por haber demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.
Los alumnos de Secundaria junto con su profesora de música Dª Inmaculada Ramos del Amo han preparado una actividad musical especial con la que han intentado difundir su amor por la música e implicar a todo el centro.
En todos los intercambios de clase, los alumnos se han visto sorprendidos por acordes musicales que procedían de la escalera principal o del salón de actos. La sorpresa inicial se transformó en curiosidad cuando comprobaban que sus compañeros tocaban el piano, el violín o la trompeta, y que los pasillos del centro se transformaron momentáneamente en un auditorio.
Con esta actividad intentamos fomentar el gusto por la música y el respeto hacia el trabajo de los compañeros ya que estas actividades ayudan a la sociabilización y fomentan la colaboración.
¿Y por qué es tan importante? Porque la música nos acompaña en todas las etapas de nuestra vida y, afortunadamente, hoy en día la comunidad educativa tiene claro el papel clave que juega la música en la formación global de los alumnos y tanto los padres como la sociedad en general comprenden que las materias artísticas son importantes para el desarrollo integral de la persona.